Escuelas de tiempo completo

Cuando se menciona el término de escuelas de tiempo completo solemos encontrar una gran variedad de respuestas. Desde quién ve un horario de una jornada escolar ampliada en unas cuantas horas más, hasta quien ve una operación de un colegio de sol a sol. Independientemente de lo que entendamos bajo el concepto de escuela de tiempo completo es un hecho de que las instituciones educativas privadas han ido cada vez más ampliando los horarios de sus centros. En la mayoría de los casos para poder ofrecer más y mejores actividades extracurriculares, pero también para una mejor preparación de sus alumnos y ofrecerle a los padres de familia una opción de cuidado de sus hijos mientras que ellos están trabajando.

Sin embargo, cuando en México hablamos del Programa Escuelas de Tiempo Completo (PETC) nos encontramos con una estrategia educativa encaminada a generar ambientes educativos propicios para mejorar las condiciones de aprendizaje y el desarrollo de competencias de los alumnos de las escuelas de educación pública de nivel básico. Lo que inició por allí del año 2007 con 441 escuelas llegaron a ser en menos de 10 años más de 25,000 escuelas.
En los documentos que uno encuentra hoy en internet se habla de haber desarrollado para ello propuestas pedagógicas que diversificaban las actividades formativas a través de seis líneas de trabajo: Fortalecimiento de aprendizaje sobre contenidos curriculares; uso didáctico de las tecnologías de la información y la comunicación; aprendizaje de lenguas adicionales; arte y cultura; vida saludable y recreación y desarrollo físico.

En pocas palabras permitían la oportunidad de cerrar la brecha de desigualdad y se habla de que beneficiaban a poco más de 3.5 millones de niños y niñas, la mayoría en zonas de alta marginación. Este programa además promovía la autonomía de la gestión escolar. Estudios realizados por organizaciones como el Banco Mundial demostraron que las escuelas del programa PETC podría reducir en 20% las diferencias de aprendizajes entre los alumnos de zonas más favorecidas y los de zonas marginadas. En la mitad de las escuelas de tiempo completo, el programa ampliaba en 33% el horario escolar, pasando de 4.5 horas a 6 horas diarias y en la otra mitad la ampliación del horario escolar es de 66%, al pasar de 4.5 horas a 8 horas diarias. Adicionalmente, el programa proveía del servicio de alimentación gratuito en las escuelas que ofrecían 8 horas de horario escolar. Para muchos el único alimento más o menos decente en el día.

Hoy nos encontramos con la decisión del gobierno de cancelar este programa, que si bien como muchos otros no era perfecto permitía no solo que los alumnos tuvieran un mejor aprovechamiento de sus clases, sino que también le daba la oportunidad a los padres de trabajar sin tener que preocuparse por dónde estaban sus hijos.
Cuesta trabajo entender las razones que están llevando a acabar con todos los programas que estaban demostrando tener éxito en muchas localidades del país. Cuesta trabajo leer a nuestros gobernantes que en tres años de gobierno y en específico sobre las escuelas de tiempo completo, pasaron de ser un proyecto que querían hacer crecer y fomentar, a decidir su total desaparición. ¿Han pensado en las graves consecuencias que esto tendrá en los niños y las niñas y del efecto en los padres que trabajan?

Regreso al principio de mi artículo en donde comento acerca del concepto de escuelas de tiempo completo, cuando veo cuántas horas de clase significan al día casi puedo decir que todas nuestras escuelas son de tiempo completo, es más nos faltan más horas para poder ofrecer todo lo que nuestros alumnos necesitan o pueden aprovechar.

Ahora sí, la brecha se va a ir haciendo más y más grande. ¿Qué debemos hacer? ¿Qué podemos hacer?
Para mi, una escuela de tiempo completo es un espacio donde nuestros alumnos se pueden sentir seguros, una escuela que invita a aprender, a desarrollar sus talentos, a fomentar su creatividad. Un espacio donde pueden descansar, esparcirse, tener sus recreos, donde pueden comer, hacer deporte, artes y además sus tareas y estudiar…
Una escuela de tiempo completo debe llevar a una casa de tiempo completo para la convivencia familiar, donde ya no hay que hacer tareas y preocuparse por la jornada escolar de mañana.

No importa cómo les llamemos a nuestras escuelas, no importa si son públicas o privadas, lo que importa es que sigan siendo espacios seguros, donde las futuras generaciones aprendan a ser ciudadanos responsables de este mundo.

Mtro. Ludwig Johannsen

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